Los Años de Transición
Al comenzar el periodo presidencial del licenciado Miguel de la Madrid Hurtado (1982 - 1988), se creó en 1983 el Instituto Nacional de Cinematografía, dándose así cumplimiento a una idea propuesta años atrás por el director Julio Bracho y el grupo Nuevo Cine. Fue nombrado director del instituto el cineasta Alberto Isaac que, entre otras cosas, promovió la realización del Tercer Concurso de Cine Experimental, donde destacó el indiscutible talento de Alberto Cortés con su cinta «Amor a la vuelta de la esquina» y la capacidad de Diego López con su «Crónica de familia».
Posteriormente se creó el Fondo de Fomento a la Calidad Cinematográfica (F.F.C.C.), cuyo objetivo principal es apoyar a los nuevos cineastas y tratar de recuperar un porcentaje de la entrada bruta en taquillas para la producción, aunque aún no se han visto al 100% los resultados de esta medida.
Otra política general del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado en cuanto a la industria cinematográfica fue dejar en libre competencia a la producción; al margen de esto, la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) ha creado con apoyo estatal un Banco de Guiones, que garantiza un mínimo de profesionalismo en una serie de argumentos que supervisa y pone a disposición de los productores.
En el ámbito del “cine familiar”, fue la compañía Televicine quien decidió tomar la batuta para tratar de recuperar a su público; primero, aprovechó a sus “estrellas” como el cómico Roberto Gómez Bolaños en «El chanfle», dirigida en 1978 por Enrique Segoviano, o el payaso “Cepillín” en «Milagro en el circo», dirigida inexplicablemente por Alejandro Galindo en este mismo año. Luego decidieron cambiar el rumbo e incursionaron en la adaptación de novelas como «Los renglones torcidos de Dios» (Tulio Demicheli, 1981), basada en la obra homónima de Torcuato Luca de Tena, y en la cuál Lucía Méndez hace gala de sus “virtudes histriónicas”, hasta que, por fin, encontró una nueva veta en la explotación de grupos o cantantes de su factoría como Lucerito, Pedrito Fernández, Alejandra Guzmán, Magneto, Gloria Trevi, Garibaldi y los “veteranos” como José José, quien dio vida al compositor Álvaro Carrillo en «Sabor a mí» (René Cardona Jr., 1988) y Leonardo Daniel, que revivió en pantalla al “Rey”, José Alfredo Jiménez, en la cinta «Pero sigo siendo el rey», dirigida también por Cardona Jr., en este mismo año.
Pero no todo fue el resurgimiento del “cine familiar” y el afianzamiento de Televicine en el mercado popular de nuestro país, también en el ámbito cultural de nuestra cinematografía se estaban gestando cambios, éstos completamente favorables: “el viernes 27 de enero de 1984, con un acervo minúsculo, se inauguró la nueva sede de la Cineteca en lo que fuera la Plaza de los Compositores, donada por la Sociedad de Autores y Compositores, con la exhibición de «Memorias de un mexicano», de Carmen Toscano” (García, Gustavo; Coria, José Felipe; Nuevo cine mexicano; Editorial Clío; 1997; p. 57)
Conozcamos ahora algunas de las cintas que se realizaron en este periodo, los años del cambio en el cine nacional.
Antes de continuar quiero aclarar que las películas presentadas y analizadas no son la totalidad de producciones realizadas en este periodo, sin embargo, al realizar esta selección creo haber elegido las que, a mi juicio, son las más importantes y significativas por su aportación al cine mexicano. Esta es una selección personal, pero creo que el lector estará de acuerdo conmigo en que las cintas escogidas son las mejores de esos años.
Posteriormente se creó el Fondo de Fomento a la Calidad Cinematográfica (F.F.C.C.), cuyo objetivo principal es apoyar a los nuevos cineastas y tratar de recuperar un porcentaje de la entrada bruta en taquillas para la producción, aunque aún no se han visto al 100% los resultados de esta medida.
Otra política general del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado en cuanto a la industria cinematográfica fue dejar en libre competencia a la producción; al margen de esto, la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) ha creado con apoyo estatal un Banco de Guiones, que garantiza un mínimo de profesionalismo en una serie de argumentos que supervisa y pone a disposición de los productores.
En el ámbito del “cine familiar”, fue la compañía Televicine quien decidió tomar la batuta para tratar de recuperar a su público; primero, aprovechó a sus “estrellas” como el cómico Roberto Gómez Bolaños en «El chanfle», dirigida en 1978 por Enrique Segoviano, o el payaso “Cepillín” en «Milagro en el circo», dirigida inexplicablemente por Alejandro Galindo en este mismo año. Luego decidieron cambiar el rumbo e incursionaron en la adaptación de novelas como «Los renglones torcidos de Dios» (Tulio Demicheli, 1981), basada en la obra homónima de Torcuato Luca de Tena, y en la cuál Lucía Méndez hace gala de sus “virtudes histriónicas”, hasta que, por fin, encontró una nueva veta en la explotación de grupos o cantantes de su factoría como Lucerito, Pedrito Fernández, Alejandra Guzmán, Magneto, Gloria Trevi, Garibaldi y los “veteranos” como José José, quien dio vida al compositor Álvaro Carrillo en «Sabor a mí» (René Cardona Jr., 1988) y Leonardo Daniel, que revivió en pantalla al “Rey”, José Alfredo Jiménez, en la cinta «Pero sigo siendo el rey», dirigida también por Cardona Jr., en este mismo año.
Pero no todo fue el resurgimiento del “cine familiar” y el afianzamiento de Televicine en el mercado popular de nuestro país, también en el ámbito cultural de nuestra cinematografía se estaban gestando cambios, éstos completamente favorables: “el viernes 27 de enero de 1984, con un acervo minúsculo, se inauguró la nueva sede de la Cineteca en lo que fuera la Plaza de los Compositores, donada por la Sociedad de Autores y Compositores, con la exhibición de «Memorias de un mexicano», de Carmen Toscano” (García, Gustavo; Coria, José Felipe; Nuevo cine mexicano; Editorial Clío; 1997; p. 57)
Conozcamos ahora algunas de las cintas que se realizaron en este periodo, los años del cambio en el cine nacional.
Antes de continuar quiero aclarar que las películas presentadas y analizadas no son la totalidad de producciones realizadas en este periodo, sin embargo, al realizar esta selección creo haber elegido las que, a mi juicio, son las más importantes y significativas por su aportación al cine mexicano. Esta es una selección personal, pero creo que el lector estará de acuerdo conmigo en que las cintas escogidas son las mejores de esos años.
Paul Leduc y «Frida; naturaleza viva» (1983).
“«Frida; naturaleza viva», es un fragmentado mosaico fílmico no lineal, con mezcla de tiempos, espacios, sueños, realidad, obra y vida. Punto de partida (no se lo propone, pero en alguna forma provoca el fenómeno) de una “fridomanía” que ahora alcanza niveles demenciales” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 61).
En esta cinta su director prescinde del lenguaje y basándose en imágenes nos presenta la historia de Frida Kahlo (Ofelia Medina) y su relación amorosa con el muralista mexicano Diego Rivera (Juan José Gurrola). A lo largo de la película conoceremos diversas facetas en la vida de esta artista: su relación con su padre Wilhelm Kahlo (Claudio Brook), su amistad con David Alfaro Siqueiros (Salvador Sánchez) y la relación entre la pareja Kahlo - Rivera con el líder socialista exiliado en México León Trotsky (Max Kerlow).
Leduc busca en esta obra fílmica la esencia de Frida Kahlo y Diego Rivera, dos personajes representativos del arte nacional y de la cultura mundial, descritos por muchos protagonistas del movimiento cultural de la época como “la pareja más fotogénica del México artístico contemporáneo”.
Con una acertada dirección, Leduc logra penetrar en la esencia de sus personajes, logra actuaciones magistrales y muestra un rostro de México muy personal, el México en el que viven Frida y Diego, un mundo lleno de arte -la ambientación de la cinta en locaciones reales como el Palacio de Bellas Artes y la casa de Diego Rivera en Cuernavaca- y de dramatismo, que se refleja en la intensidad con la cual Ofelia medina encarna a la musa del muralista mexicano.
“En Frida el cine muestra a dos seres que se complementan y que se explican, a pesar de todo, el uno sólo en función del otro. El punto central del filme es el trabajo actoral de Ofelia Medina, perfecta como una Frida cinematográfica revivida, llena de angustia, sexualidad, creatividad, ambigüedad, apetitos y una extraña belleza” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 66).
Al final de la cinta presenciamos una explosión artística: gracias al sutil y extremadamente cuidado trabajo de fotografía (Ángel Goded) y edición (Rafael Castañedo), el director nos muestra casi en su totalidad la obra pictórica de Frida Kahlo. El resultado es una obra fílmica biográfica sencillamente sensacional.
Por esta realización Paul Leduc ganó el “Ariel” como mejor director y su obra el respectivo como mejor película; por su parte Ofelia Medina fue galardonada con el “Ariel” como mejor actriz. Todos en el año de 1984.
TITULO: «Frida; naturaleza viva»
PRODUCCION: CLASA Films Mundiales
DIRECCION: Paul Leduc
GUION: José Joaquín Blanco y Paul Leduc
FOTOGRAFIA: Angel Goded
EDICION: Rafael Castañedo
INTERPRETES: Ofelia Medina, Juan José Gurrola, Salvador Sánchez, Max Kerlow, Claudio Brook, Cecilia Toussaint, Valentina Leduc, Margarita Sanz, Juan A. Martínez.
“«Frida; naturaleza viva», es un fragmentado mosaico fílmico no lineal, con mezcla de tiempos, espacios, sueños, realidad, obra y vida. Punto de partida (no se lo propone, pero en alguna forma provoca el fenómeno) de una “fridomanía” que ahora alcanza niveles demenciales” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 61).
En esta cinta su director prescinde del lenguaje y basándose en imágenes nos presenta la historia de Frida Kahlo (Ofelia Medina) y su relación amorosa con el muralista mexicano Diego Rivera (Juan José Gurrola). A lo largo de la película conoceremos diversas facetas en la vida de esta artista: su relación con su padre Wilhelm Kahlo (Claudio Brook), su amistad con David Alfaro Siqueiros (Salvador Sánchez) y la relación entre la pareja Kahlo - Rivera con el líder socialista exiliado en México León Trotsky (Max Kerlow).
Leduc busca en esta obra fílmica la esencia de Frida Kahlo y Diego Rivera, dos personajes representativos del arte nacional y de la cultura mundial, descritos por muchos protagonistas del movimiento cultural de la época como “la pareja más fotogénica del México artístico contemporáneo”.
Con una acertada dirección, Leduc logra penetrar en la esencia de sus personajes, logra actuaciones magistrales y muestra un rostro de México muy personal, el México en el que viven Frida y Diego, un mundo lleno de arte -la ambientación de la cinta en locaciones reales como el Palacio de Bellas Artes y la casa de Diego Rivera en Cuernavaca- y de dramatismo, que se refleja en la intensidad con la cual Ofelia medina encarna a la musa del muralista mexicano.
“En Frida el cine muestra a dos seres que se complementan y que se explican, a pesar de todo, el uno sólo en función del otro. El punto central del filme es el trabajo actoral de Ofelia Medina, perfecta como una Frida cinematográfica revivida, llena de angustia, sexualidad, creatividad, ambigüedad, apetitos y una extraña belleza” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 66).
Al final de la cinta presenciamos una explosión artística: gracias al sutil y extremadamente cuidado trabajo de fotografía (Ángel Goded) y edición (Rafael Castañedo), el director nos muestra casi en su totalidad la obra pictórica de Frida Kahlo. El resultado es una obra fílmica biográfica sencillamente sensacional.
Por esta realización Paul Leduc ganó el “Ariel” como mejor director y su obra el respectivo como mejor película; por su parte Ofelia Medina fue galardonada con el “Ariel” como mejor actriz. Todos en el año de 1984.
TITULO: «Frida; naturaleza viva»
PRODUCCION: CLASA Films Mundiales
DIRECCION: Paul Leduc
GUION: José Joaquín Blanco y Paul Leduc
FOTOGRAFIA: Angel Goded
EDICION: Rafael Castañedo
INTERPRETES: Ofelia Medina, Juan José Gurrola, Salvador Sánchez, Max Kerlow, Claudio Brook, Cecilia Toussaint, Valentina Leduc, Margarita Sanz, Juan A. Martínez.
José Luís García Agraz y «Nocaut» (1983).
Entre las películas independientes que significaron para sus realizadores el debut en el largometraje, llamó mucho la atención «Nocaut», un buen thriller sobre la delincuencia y el bajo mundo.
Esta cinta es un “vigoroso retrato del ascenso y caída de un boxeador de prometedor futuro. Al muchacho se le ocurre asesinar a un poderoso industrial y es perseguido por la ciudad, convertida en un escenario del mejor cine policiaco” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Esta cinta tiene sus antecedentes en las producciones «Campeón sin corona» (Alejandro Galindo, 1945), protagonizada por David Silva y Víctor Parra, y en la norteamericana «Rocky» (John G. Avildsen, 1976), protagonizada por Sylvester Stallone y Carl Weathers. En ambas cintas se presenta el mundo del boxeo a través de los ojos de personajes que buscan la superación personal y profesional por medio de este deporte.
“José Luís García Agraz impone un ritmo ágil a este brioso relato desesperado sobre la suerte que correrá el protagonista, muy bien personificado por Gonzalo Vega, Blanca Guerra es la novia del infortunado boxeador, Blanca Torres la mamá y Wolf Ruvinskis el corrupto empresario” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Una vez más el tema del boxeo es retomado por el joven director (lo que demuestra la vigencia del tema), quien nos presenta un crudo relato en donde las locaciones citadinas de algunos barrios bajos de la ciudad de México juegan un papel determinante, brindándole a la cinta un aire mucho más realista.
Aunado a las excelentes actuaciones de Gonzalo Vega y Wolf Ruvinskis, la cuidadosa dirección de García Agraz nos lleva de la mano a través de situaciones en donde el sórdido y corrupto mundo del pugilismo es presentado ante nosotros con verdadero realismo, con personajes bien logrados que ejemplifican la desesperación de una clase media baja ante la prepotencia y la oscuridad, personificadas por Ruvinskis; “la fuga por la ciudad y el corte tajante, brutal de la inquieta edición, son elementos precisos del mejor thriller policiaco” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Por su participación en esta cinta en el papel de un taxista citadino, el actor Alejandro Parodi ganó el “Ariel” como mejor actor secundario en 1984.
TITULO: «Nocaut»
PRODUCCION: KINAM COOP, S.C.I.
DIRECCION: José Luis García Agraz
GUION: José Luis García Agraz
FOTOGRAFIA: Ángel Goded
MUSICA: Gerardo Suárez
EDICION: Carlos García Agraz
INTERPRETES: Gonzalo Vega, Blanca Guerra, Blanca Torres, Wolf Ruvinskis, Alejandro Parodi, Guillermo Orea y Roberto Cobo.
Entre las películas independientes que significaron para sus realizadores el debut en el largometraje, llamó mucho la atención «Nocaut», un buen thriller sobre la delincuencia y el bajo mundo.
Esta cinta es un “vigoroso retrato del ascenso y caída de un boxeador de prometedor futuro. Al muchacho se le ocurre asesinar a un poderoso industrial y es perseguido por la ciudad, convertida en un escenario del mejor cine policiaco” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Esta cinta tiene sus antecedentes en las producciones «Campeón sin corona» (Alejandro Galindo, 1945), protagonizada por David Silva y Víctor Parra, y en la norteamericana «Rocky» (John G. Avildsen, 1976), protagonizada por Sylvester Stallone y Carl Weathers. En ambas cintas se presenta el mundo del boxeo a través de los ojos de personajes que buscan la superación personal y profesional por medio de este deporte.
“José Luís García Agraz impone un ritmo ágil a este brioso relato desesperado sobre la suerte que correrá el protagonista, muy bien personificado por Gonzalo Vega, Blanca Guerra es la novia del infortunado boxeador, Blanca Torres la mamá y Wolf Ruvinskis el corrupto empresario” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Una vez más el tema del boxeo es retomado por el joven director (lo que demuestra la vigencia del tema), quien nos presenta un crudo relato en donde las locaciones citadinas de algunos barrios bajos de la ciudad de México juegan un papel determinante, brindándole a la cinta un aire mucho más realista.
Aunado a las excelentes actuaciones de Gonzalo Vega y Wolf Ruvinskis, la cuidadosa dirección de García Agraz nos lleva de la mano a través de situaciones en donde el sórdido y corrupto mundo del pugilismo es presentado ante nosotros con verdadero realismo, con personajes bien logrados que ejemplifican la desesperación de una clase media baja ante la prepotencia y la oscuridad, personificadas por Ruvinskis; “la fuga por la ciudad y el corte tajante, brutal de la inquieta edición, son elementos precisos del mejor thriller policiaco” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 92).
Por su participación en esta cinta en el papel de un taxista citadino, el actor Alejandro Parodi ganó el “Ariel” como mejor actor secundario en 1984.
TITULO: «Nocaut»
PRODUCCION: KINAM COOP, S.C.I.
DIRECCION: José Luis García Agraz
GUION: José Luis García Agraz
FOTOGRAFIA: Ángel Goded
MUSICA: Gerardo Suárez
EDICION: Carlos García Agraz
INTERPRETES: Gonzalo Vega, Blanca Guerra, Blanca Torres, Wolf Ruvinskis, Alejandro Parodi, Guillermo Orea y Roberto Cobo.
Jaime Humberto Hermosillo y «Doña Herlinda y su hijo» (1984).
Nunca en el cine mexicano se había tratado el tema del homosexualismo de forma tan abierta y temeraria.
“Mientras que la crítica neoyorquina destacó los muchos aciertos descriptivos de una espléndida dirección de Jaime Humberto Hermosillo, que cuida los más mínimos detalles de las casas, la gente, y siempre queriendo a sus personajes: como visten, lo que hablan, sus muebles, sus costumbres, pues ofrece al espectador una complejidad rica por sus muchas variantes, una verdadera comedia que se burla de tantas y tantas situaciones que podrían haber sido rotundamente melodramáticas, actores espléndidamente utilizados, y que sin embargo, en México los comentarios de algunos cineastas y de ciertos sectores de la crítica oscilaron entre lo furibundo e injusto: es un insultante retrato familiar” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 78).
Esta cinta escandalizó al público mexicano, que nunca antes había presenciado un espectáculo de tal magnitud, aunque una producción del mismo director, «Las apariencias engañan», estrenada en 1982, presentaba el tema en forma menos drástica y directa.
La trama de la cinta es acerca de una madre sobre protectora que acepta la homosexualidad de su hijo, un joven médico cuya actitud raya en lo descarado cuando instala en su propia casa a su prometido para no tener que “esconderse” de los demás. Pero esto no es todo, Doña Herlinda casa a su hijo y lleva a su esposa a vivir con ellos: una vez que el doctor cumple con sus obligaciones matrimoniales y la convierte en abuela y después de haber bautizado al nieto el romance puede seguir, aunque de manera velada para cubrir las apariencias.
La caracterización de los personajes con todo lo que esto implica (papeles bien definidos, patrones de conducta y de personalidad, ademanes, etc.) es algo que Hermosillo cuida en extremo, y los resultados se reflejan en las brillantes actuaciones del elenco, que enfrentó el reto de presentar ante la sociedad mexicana un tema causante de agudas críticas y acaloradas discusiones.
Hermosillo, un cineasta amante de presentar situaciones polémicas y temas escabrosos llega al límite con esta cinta que, sin embargo, nos plantea esta interrogante: ¿puede la sociedad mexicana actual llegar a denigrarse al grado de aceptar situaciones de esta naturaleza?
Aunque en México esta película fue duramente criticada y censurada, en Estados Unidos y Europa fue un sonado éxito, tan solo en un cine de Londres permaneció durante cuarenta semanas.
TITULO: «Doña Herlinda y su hijo»
PRODUCCION: CLASA Films Mundiales
DIRECCION: Jaime Humberto Hermosillo
GUION: Jaime Humberto Hermosillo
FOTOGRAFIA: Miguel Ehrenberg
MUSICA: Lauro D. Uranga, Pepe Guizar, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez
EDICION: Luis Kelly
INTERPRETES: Guadalupe del Toro, Arturo Meza, Marco Antonio Treviño, Leticia Lupercio, Angélica Guerrero, Arturo Villaseñor, Lucha Villa, Billy de Alba
Nunca en el cine mexicano se había tratado el tema del homosexualismo de forma tan abierta y temeraria.
“Mientras que la crítica neoyorquina destacó los muchos aciertos descriptivos de una espléndida dirección de Jaime Humberto Hermosillo, que cuida los más mínimos detalles de las casas, la gente, y siempre queriendo a sus personajes: como visten, lo que hablan, sus muebles, sus costumbres, pues ofrece al espectador una complejidad rica por sus muchas variantes, una verdadera comedia que se burla de tantas y tantas situaciones que podrían haber sido rotundamente melodramáticas, actores espléndidamente utilizados, y que sin embargo, en México los comentarios de algunos cineastas y de ciertos sectores de la crítica oscilaron entre lo furibundo e injusto: es un insultante retrato familiar” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 78).
Esta cinta escandalizó al público mexicano, que nunca antes había presenciado un espectáculo de tal magnitud, aunque una producción del mismo director, «Las apariencias engañan», estrenada en 1982, presentaba el tema en forma menos drástica y directa.
La trama de la cinta es acerca de una madre sobre protectora que acepta la homosexualidad de su hijo, un joven médico cuya actitud raya en lo descarado cuando instala en su propia casa a su prometido para no tener que “esconderse” de los demás. Pero esto no es todo, Doña Herlinda casa a su hijo y lleva a su esposa a vivir con ellos: una vez que el doctor cumple con sus obligaciones matrimoniales y la convierte en abuela y después de haber bautizado al nieto el romance puede seguir, aunque de manera velada para cubrir las apariencias.
La caracterización de los personajes con todo lo que esto implica (papeles bien definidos, patrones de conducta y de personalidad, ademanes, etc.) es algo que Hermosillo cuida en extremo, y los resultados se reflejan en las brillantes actuaciones del elenco, que enfrentó el reto de presentar ante la sociedad mexicana un tema causante de agudas críticas y acaloradas discusiones.
Hermosillo, un cineasta amante de presentar situaciones polémicas y temas escabrosos llega al límite con esta cinta que, sin embargo, nos plantea esta interrogante: ¿puede la sociedad mexicana actual llegar a denigrarse al grado de aceptar situaciones de esta naturaleza?
Aunque en México esta película fue duramente criticada y censurada, en Estados Unidos y Europa fue un sonado éxito, tan solo en un cine de Londres permaneció durante cuarenta semanas.
TITULO: «Doña Herlinda y su hijo»
PRODUCCION: CLASA Films Mundiales
DIRECCION: Jaime Humberto Hermosillo
GUION: Jaime Humberto Hermosillo
FOTOGRAFIA: Miguel Ehrenberg
MUSICA: Lauro D. Uranga, Pepe Guizar, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez
EDICION: Luis Kelly
INTERPRETES: Guadalupe del Toro, Arturo Meza, Marco Antonio Treviño, Leticia Lupercio, Angélica Guerrero, Arturo Villaseñor, Lucha Villa, Billy de Alba
Felipe Cazals y «Los motivos de Luz» (1985).
Un hecho real, la historia acerca de un macabro asesinato sirvió de base para la cruda e impactante película «Los motivos de Luz», dirigida magistralmente por Felipe Cazals.
“En la ciudad de México, D.F. el 9 de agosto de 1982, Elvira Luz Cruz, de 26 años, mísera costurera y sirvienta o vendedora ocasional, fue acusada por su marido Nicolás Soto Cruz y su suegra Eduarda Cruz Cortés de haber privado de la vida a sus cuatro pequeños hijos: Israel, Eduardo, Marbella y María de Jesús, de solo dos meses” (Ayala Blanco, Jorge; La condición del cine mexicano 1973-1985; Editorial Posada; México, 1986; p.p. 490-491)
Después de una fiesta en casa de su suegra y tras una discusión con su marido, Elvira trató de obtener ayuda de su familia, sin conseguirlo. Posteriormente, y debido a los golpes propinados por Nicolás, ella perdió el conocimiento; al recuperarlo se encontraba rodeada por sus vecinos y por miembros de la policía que la condujeron a la delegación de Tlalpan acusada de dar muerte a sus hijos. Ella no recuerda nada.
Según las declaraciones de su suegra, cuando regresó a la casucha por unas pertenencias de Nicolás, sorprendió a Elvira ahorcando a la bebita, y a los otros tres niños muertos. Minutos más tarde, al volver con Nicolás para tratar de detenerla ella intentaba ahorcarse con un cordón de persiana.
El 18 de enero de 1983 fue sentenciada a 23 años de prisión, y por motivos inexplicables que pretextaban “extrema peligrosidad” su condena fue aumentada cinco años más por el tribunal en el mes de noviembre de 1984. La culpabilidad de Elvira Luz Cruz nunca ha sido completamente probada.
Cazals, cineasta que lleva en la sangre su oficio, demuestra en esta cinta de denuncia social la corrupción existente entre los cuerpos judiciales, los manejos obscuros de la impartición de la justicia y las terribles consecuencias que esto acarrea.
Esta producción rápidamente se convirtió en un éxito taquillero en todo el país, y la impresionante caracterización de Patricia Reyes Spíndola en el papel central recorrió toda la República Mexicana y buena parte del extranjero.
Todo en esta cinta se presenta de manera cruda y realista: las locaciones (una ciudad perdida ubicada en uno de los innumerables cinturones de miseria que circundan a la ciudad de México, la delegación de Tlalpan, la casucha que habitaban los personajes), el tratamiento del tema y la denuncia directa contra la corrupción existente y evidente; todas estas situaciones en las manos expertas de Cazals se convierten en cine documental y cine verdad, y al ser cine de Cazals el espectador se encontrará siempre frente a una verdadera obra de arte.
TITULO: «Los motivos de Luz»
PRODUCCION: CHIMALISTAC, S.A.
DIRECCION: Felipe Cazals
GUION: Xavier Robles
FOTOGRAFIA: Ángel Goded
EDICION: Sigfrido García
INTERPRETES: Patricia Reyes Spíndola, Delia Casanova, Martha Aura, Ana Ofelia Murguía, Alonso Echánove, Carlota Villagrán, Carlos Cardán.
Un hecho real, la historia acerca de un macabro asesinato sirvió de base para la cruda e impactante película «Los motivos de Luz», dirigida magistralmente por Felipe Cazals.
“En la ciudad de México, D.F. el 9 de agosto de 1982, Elvira Luz Cruz, de 26 años, mísera costurera y sirvienta o vendedora ocasional, fue acusada por su marido Nicolás Soto Cruz y su suegra Eduarda Cruz Cortés de haber privado de la vida a sus cuatro pequeños hijos: Israel, Eduardo, Marbella y María de Jesús, de solo dos meses” (Ayala Blanco, Jorge; La condición del cine mexicano 1973-1985; Editorial Posada; México, 1986; p.p. 490-491)
Después de una fiesta en casa de su suegra y tras una discusión con su marido, Elvira trató de obtener ayuda de su familia, sin conseguirlo. Posteriormente, y debido a los golpes propinados por Nicolás, ella perdió el conocimiento; al recuperarlo se encontraba rodeada por sus vecinos y por miembros de la policía que la condujeron a la delegación de Tlalpan acusada de dar muerte a sus hijos. Ella no recuerda nada.
Según las declaraciones de su suegra, cuando regresó a la casucha por unas pertenencias de Nicolás, sorprendió a Elvira ahorcando a la bebita, y a los otros tres niños muertos. Minutos más tarde, al volver con Nicolás para tratar de detenerla ella intentaba ahorcarse con un cordón de persiana.
El 18 de enero de 1983 fue sentenciada a 23 años de prisión, y por motivos inexplicables que pretextaban “extrema peligrosidad” su condena fue aumentada cinco años más por el tribunal en el mes de noviembre de 1984. La culpabilidad de Elvira Luz Cruz nunca ha sido completamente probada.
Cazals, cineasta que lleva en la sangre su oficio, demuestra en esta cinta de denuncia social la corrupción existente entre los cuerpos judiciales, los manejos obscuros de la impartición de la justicia y las terribles consecuencias que esto acarrea.
Esta producción rápidamente se convirtió en un éxito taquillero en todo el país, y la impresionante caracterización de Patricia Reyes Spíndola en el papel central recorrió toda la República Mexicana y buena parte del extranjero.
Todo en esta cinta se presenta de manera cruda y realista: las locaciones (una ciudad perdida ubicada en uno de los innumerables cinturones de miseria que circundan a la ciudad de México, la delegación de Tlalpan, la casucha que habitaban los personajes), el tratamiento del tema y la denuncia directa contra la corrupción existente y evidente; todas estas situaciones en las manos expertas de Cazals se convierten en cine documental y cine verdad, y al ser cine de Cazals el espectador se encontrará siempre frente a una verdadera obra de arte.
TITULO: «Los motivos de Luz»
PRODUCCION: CHIMALISTAC, S.A.
DIRECCION: Felipe Cazals
GUION: Xavier Robles
FOTOGRAFIA: Ángel Goded
EDICION: Sigfrido García
INTERPRETES: Patricia Reyes Spíndola, Delia Casanova, Martha Aura, Ana Ofelia Murguía, Alonso Echánove, Carlota Villagrán, Carlos Cardán.
Alberto Cortés y «Amor a la vuelta de la esquina» (1986).
Esta película saltó a la fama y a la conquista de nuevos horizontes más allá de nuestras fronteras gracias al Tercer Concurso de Cine Experimental promovido por Alberto Isaac al frente del recién creado Instituto Nacional de Cinematografía.
La cinta se inspira en «Susana», dirigida en 1950 por Luis Buñuel y que fuera protagonizada por Rosita Quintana y Fernando Soler. Con esta producción se engrandecieron las carreras de Alberto Cortés y de la protagonista de la misma, la bella Gabriela Roel.
La trama de la historia es la siguiente: una joven que escapa de prisión pide “aventón” en la carretera y conoce a un camionero que la lleva a su cuarto en una casa de huéspedes. Ambos se enamoran; sin embargo, ella, que es inteligente y una consumada ladrona pronto encuentra su camino (aunque equivocado) en la prostitución y otras habilidades, pero nunca olvidará ni dejará de amar al camionero que la levantó en la carretera.
En esta interesante cinta destaca el fuerte ambiente localista logrado por el director, el extraordinario trabajo de fotografía y las excelentes actuaciones de Gabriela Roel como la delincuente y Alonso Echánove como el chofer.
TITULO: «Amor a la vuelta de la esquina»
PRODUCCION: Producciones EMYLL (Miguel Camacho)
DIRECCION: Alberto Cortés
GUION: Alberto Cortés y José Agustín
FOTOGRAFIA: Guillermo Navarro
MUSICA: José G. Elorza
EDICION: Juan Manuel Vargas
INTERPRETES: Gabriela Roel, Alonso Echánove, Leonor Llausás, Martha Papamiditriou, Juan Carlos Colombo, Emilio Cortés, Pilar Pellicer.
Esta película saltó a la fama y a la conquista de nuevos horizontes más allá de nuestras fronteras gracias al Tercer Concurso de Cine Experimental promovido por Alberto Isaac al frente del recién creado Instituto Nacional de Cinematografía.
La cinta se inspira en «Susana», dirigida en 1950 por Luis Buñuel y que fuera protagonizada por Rosita Quintana y Fernando Soler. Con esta producción se engrandecieron las carreras de Alberto Cortés y de la protagonista de la misma, la bella Gabriela Roel.
La trama de la historia es la siguiente: una joven que escapa de prisión pide “aventón” en la carretera y conoce a un camionero que la lleva a su cuarto en una casa de huéspedes. Ambos se enamoran; sin embargo, ella, que es inteligente y una consumada ladrona pronto encuentra su camino (aunque equivocado) en la prostitución y otras habilidades, pero nunca olvidará ni dejará de amar al camionero que la levantó en la carretera.
En esta interesante cinta destaca el fuerte ambiente localista logrado por el director, el extraordinario trabajo de fotografía y las excelentes actuaciones de Gabriela Roel como la delincuente y Alonso Echánove como el chofer.
TITULO: «Amor a la vuelta de la esquina»
PRODUCCION: Producciones EMYLL (Miguel Camacho)
DIRECCION: Alberto Cortés
GUION: Alberto Cortés y José Agustín
FOTOGRAFIA: Guillermo Navarro
MUSICA: José G. Elorza
EDICION: Juan Manuel Vargas
INTERPRETES: Gabriela Roel, Alonso Echánove, Leonor Llausás, Martha Papamiditriou, Juan Carlos Colombo, Emilio Cortés, Pilar Pellicer.
Mitl Valdés y «Los confines» (1987).
Una vez más textos de Juan Rulfo son llevados a la pantalla.
“Admirada por muchos críticos y vista por muy pocos espectadores, «Los confines» es el primer largometraje de Mitl Valdés, y está basado en dos relatos de “El llano en llamas” (Diles que no me maten y Talpa) y un fragmento de un capítulo de “Pedro Páramo”. El filme enfrentó el reto que ya antes otras cintas habían afrontado sin mucho éxito: trasladar a las imágenes los sugerentes textos de Juan Rulfo” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 56).
La provincia mexicana es captada con toda su magia y su fuerza por Valdés, que nos la presenta a través de una óptica completamente rural, costumbrista, una provincia de un México que es nuestro y que sin embargo pertenece a un mundo propio, concebido por el genio de Rulfo y respetado por el joven director.
“Valdés, el hombre orquesta del cine mexicano concibió «Los confines» desde que era un estudiante de cine en el C.U.E.C. Su cine (atrevido, arriesgado, desconcertante a momentos y difícil de digerir para muchos espectadores) está poblado por imágenes insinuantes, oníricas, de gran fuerza y rigor. Al igual que el mundo de Rulfo, esta cinta sugiere un ambiente espectral, gris y misterioso. Valdés utiliza sin reserva las voces en off, los flashbacks y la cámara subjetiva, logrando una atmósfera que evoca lo mejor del maestro jalisciense de las letras”
(Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 56).
TITULO: «Los confines»
PRODUCCION: Dirección de Actividades Cinematográficas de la UNAM.
DIRECCION: Mitl Valdés
GUION: Mitl Valdés sobre textos de Juan Rulfo
FOTOGRAFIA: Marco Antonio Ruiz
MUSICA: Antonio Zepeda
EDICION: Mitl Valdés
INTERPRETES: Ernesto Gómez Cruz, Jorge Fegan, Enrique Lucero, María Rojo, Manuel Ojeda, Patricia Reyes Spíndola, Pedro Damián, Ana Ofelia Murguía, Uriel Chávez, Carlos Esteban Chávez.
Una vez más textos de Juan Rulfo son llevados a la pantalla.
“Admirada por muchos críticos y vista por muy pocos espectadores, «Los confines» es el primer largometraje de Mitl Valdés, y está basado en dos relatos de “El llano en llamas” (Diles que no me maten y Talpa) y un fragmento de un capítulo de “Pedro Páramo”. El filme enfrentó el reto que ya antes otras cintas habían afrontado sin mucho éxito: trasladar a las imágenes los sugerentes textos de Juan Rulfo” (Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 56).
La provincia mexicana es captada con toda su magia y su fuerza por Valdés, que nos la presenta a través de una óptica completamente rural, costumbrista, una provincia de un México que es nuestro y que sin embargo pertenece a un mundo propio, concebido por el genio de Rulfo y respetado por el joven director.
“Valdés, el hombre orquesta del cine mexicano concibió «Los confines» desde que era un estudiante de cine en el C.U.E.C. Su cine (atrevido, arriesgado, desconcertante a momentos y difícil de digerir para muchos espectadores) está poblado por imágenes insinuantes, oníricas, de gran fuerza y rigor. Al igual que el mundo de Rulfo, esta cinta sugiere un ambiente espectral, gris y misterioso. Valdés utiliza sin reserva las voces en off, los flashbacks y la cámara subjetiva, logrando una atmósfera que evoca lo mejor del maestro jalisciense de las letras”
(Somos; D.B. de Laviada, Laura; Revista quincenal; Editorial Eres S.A. de C.V.; Edición especial, Año 5 Nº 100; Julio 1994; p. 56).
TITULO: «Los confines»
PRODUCCION: Dirección de Actividades Cinematográficas de la UNAM.
DIRECCION: Mitl Valdés
GUION: Mitl Valdés sobre textos de Juan Rulfo
FOTOGRAFIA: Marco Antonio Ruiz
MUSICA: Antonio Zepeda
EDICION: Mitl Valdés
INTERPRETES: Ernesto Gómez Cruz, Jorge Fegan, Enrique Lucero, María Rojo, Manuel Ojeda, Patricia Reyes Spíndola, Pedro Damián, Ana Ofelia Murguía, Uriel Chávez, Carlos Esteban Chávez.